Fecha
;2/6/1877
Alcance y Contenido
[el artículo está tomado de un diario de Bolivia]Acapana- Rasa (sic) quichua....Templo del sol. Obras hidráulicas, escrituras americanas, monolitos- CIudad megalítica (...) la horca del inca- Morada del hombre pre-histórico.En el vocabularioa quichua de D. Vicente Fidel Lopez (sic) (...) Perou, encontramoas la voz Acapana traduciéndose al español por : nubes coloradas por el sol, Aka-panu, pintado de color. Si en Tiaguanaco (sic), hemos podido oponer el aimará al quichua, confiaremos en los conocimientos lingüísticos del Sr. Rosendo Gutierrez, no hemos hasta ahora a propósito de Acapana,encontrado los mismos elementos de oposición en el aimará.La cumbre de Acapana es todavía un punto pintado de color. En efecto (...) hemos encontrado en sus faldas (...) infinidad de piedrecitas á faces resplandencientes bajo los rayos del sol. Es manifiesto para nosotros que estos fragmentos de cristal de roca, de cuarzo, de silex con colores, los más variados, de azabache, de cal cristalizada, etc, etc, han sido con el tiempo llevados y sembrados en abundancia, de modo que cubriesen (sic) la superficie del suelo, con intención de hacer de la cima un emporio de luz, propio a deslumbrar las poblaciones que la rodeaban. De allí el nombre de Acapama. Tenemos en nuestra coleción una grande cantidad de estas piedrecitas á las cuales estaban aun mezcladas partículas de oro.De esta propiedad deslumbradora, de la vecindad del pórtico, en el cual hay esculpida la imagen del sol, rodeada con sus adoradores, se puede sin riesgo inducir que Acapama, con los grandes edificios que la rodeaban, era dedicado al culto y servía de morada a los sacerdotes cuya dominación se estendió de sur a norte de la América Meiridonal, al servicio de una teogonía americana (...) a la gran familia quichua toca la gloria de haber fundado la era de civilización de la cual Tiaguanaco nos recuerde la grandeza.Mencionaremos con esa intención, del hecho referido por los historiadores de la última dinastía incásica, el haber los hijos del sol permanecido como escondido por fin varios siglos en la isla de Titicaca, de donde sale por fin Manco Capac, para marchar á conquistar regiones mas al norte. Esta secuestración (sic) de la familia incásica en una isla tan reducida, nos lleva a creer que fue ante la invasión aimará que tuvo que huir de sus antiguos dominios.Las ruinas que hemos visto en la isla del sol, llevan el sello de construcciones transitorias, sin ningún rasgo de esplendor que les sea común con las de Tiaguanaco. La escasez de recursos de toda clase, la falta de los grandes medios de dejar sentir en estas sencillas aunque estensas construcciones de de cal y piedra. Por otra parte, el gran número de monumentos, en un espacio tan circunscripto, la fortaleza, el palacio del Inca, el templo del sol, el convento de las vírgenes y varios otros, nos parecen indicar los restos de una inmensa administración construida á abrigarse en un lugar seguro, fuera del alcance del invasor.Para terminar (...) estraeremos de nuestras notas las observaciones que nos ha sugerido (sic) el estado en que se encuentran las ruinas en los puntos en que hemos practicado escavaciones.Existe en el centro de Apacama una inmensa escavación (sic) en cuyo fondo duerme agua turbia, que, por lo que nos han asegurado, nunca desaparece, aún en las estaciones secas.A este propósito cuenta la tradición que, en el siglo pasado existía una bóveda cubriendo el orificio de la escavación, que dicha bóveda se derrumbó, sepultando numerosos indios, que por cuenta de los españoles escavaban en la parte baja en busca de oro. Debemos decir que no existe ningún vestigio de tal derrumbamiento, que puede servir de comprobante á la existencia de la bóveda. Más queda la cuenca con su depósito de agua que parece alimentado por una vertiente ignorada y que juzgamos haber sido en otro tiempo un vasto depósito de agua ó cisterna entrando en el plan del arquitecto.Ahora pues, en el palacio o templo que se estiende al Este, al pie del Acapama, existe un hundimiento del suelo, indicando claramente la preexistencia de un jardín o de un estanque que ocupaba una cuarta parte de la estensa superficie del edificio.Al cavar en los límites sur de este lugar, hemos puesto á descubierto dos canales construidos cuidadosamente, con piedras labradas que, de este punto se dirijen (sic) á lo lejos en la campiña, llevando en otro tiempo aguas naturales, como nos lo ha probado el examen atento de los sedimentos; hemos encontrado canales de la misma clase y con el mismo fin en todos los alrededores del edificio, y si á los que hemos visto, añadimos lo que dicen los habitantes de los numerosos socavones que existen en la vecindad, nos preguntamos a que fin conducía este lujo de disposiciones hidraúlicas. al servicio de un monumento religioso.Entonces acordándonos de los antiguos colegios egipcios, cuna de donde salieron los primeros esperimentos científicos, hemos pensado que en Tiaguanaco, el templo podría ser como en Egipto, la morada del ídolo y la del hombre entregado al demonio del progreso, empleando las horas de ociosidad y de silencio en satisfacer esta inquietud natural del espíritu, siempre empeñado en llevar la luz en medio de las tinieblas que lo rodeaban al principio.Tales hombres, si como lo creemos, existieron, no se limitaron, pues, a hacer de los vastos edificios de Tiaguanaco un objeto de puro lujo religioso, tuvieron además que buscar en ser útiles a un semejante, lo prueban los grandes trabajos destinados a recojer y a dirijir (sic) el precioso elemento que durante nueve meses del año falta al cultivo del valle del Nilo.No hay exageración ninguna en admitir que, en el tiempo de la prosperidad del Tiaguanaco, el valle debía tener entonces una población veinte veces mayor que la de hoy y que, entonces para alimentarla era preciso apelar á un modo de cultivo mas productivo que el de ahora, que no era posible despreciar la fertilidad rara del suelo y atenerse a una sola cosecha anual no siendo conocidos, en esos tiempos de remota jentileza (sic) los beneficios que hoy sacamos de las rogativas en las estaciones de sequedad, se tuvo que recurrir a la grudencia (sic) y á la indusdtria humana para establecer vastos estanques en que, como se practicaba en Egipto con el lago de Moeris, se guardaban las aguas fluviales para aprovecharlas a su tiempo.De donde concluimos que el Acapama, son sus dependencias, hizo parte de un gran sistema de irrigación, cuyos restos y materiales se encuentran esparcidas en todo el valle.Fue esta seguramente la obra de un pueblo altamente civilizado, y este pueblo no hay que dudarlo, fue el pueblo quichua, glorioso fundador de Tiaguanaco, cuyas maravillas han sido para siempre destruidas por la invasión de los Aimarás.[se peregrinó en las márgenes del lago que se estiende al norte desde Chililaya hasta Copacabana][sugiere que las investigaciones arqueológicas debieran hacerla con referencia de los hombres nacidos en América respecto al del viejo continente, porque este domina las lenguas de su tierra natal, que es un elemento de investigación. El reconoce su incompetencia al respecto]"Algunos escritores han dejado presentir sin afirmar positivamente, la existencia de la escritura entre los antecesores de los Incas; otros sostienen que este modo de figurar el pensamiento no ha existido nunca en el nuevo mundo, o no ha pasado del grupo. Las páginas geroglíficas (sic) de Palenque dan razón á los primeros y bastan según nosotros para admitir un sistema de escritura americana que como el arte tuvo su origen en Titicaca.No es mera hipótesis lo que aventuramos, podemos señalar un modo de averiguarlo, en las mismas ruinas que acabamos de visitar. Hay por ejemplo, en el vallecito al norte de Acapama, dos monolitos sobre los cuales está dibujada la forma humana y conocidos por el país con el nombre de chunchos. En la otra, el artista parece haber dado poca importancia en reproducir la exactitud de la forma de los miembros, pero, esmerándose en indicar el histórico de los sentidos por una serie de líneas muy finas que rodean los órganos. Es fácil notar esta particularidad artística en varios puntos, pero en ninguno como en la cara de uno de los chunchos que indicamos. En la cabeza le falta la oreja, por no haber sido esculpida, pero la función de este órgano, está claramente indicada, escrita por medio de líneas cuyas evoluciones es difícil descubrir. En toda cara esculpida, los ojos tienen la misma indicación de su funcionamiento, las lágrimas están indicadas por unos puntos y sus otros atributos por medio de líneas desgraciadamente menos expresivas. En la nariz, en la boca, en los miembros, en las manos y hasta en los dedos se ven también líneas muy finas, retratando a veces caras de animales y a veces tan delgadas que dificilmente se distinguen (...)No creemos que dichas líneas puedan estrictamente llamarse escritura, por no formar con sus evoluciones tan complicadas una serie completa de caracteres distintos y de número determinado, pero si puede decirse: la escritura Nazca, la escritura geroglífica, no titubeamos en escribir en seguida, la escritura quichua, hablando de las líneas cuyas evoluciones indican la función del órgano que rodean. (...)[también se dirige a los arqueólogos anunciando la existencia de una ciudad megalítica en la vecindad de Copacabana]"El examen del lugar no tardó en revelarnos una rara maravilla (...) Es el de una morada humana practicada del modo mas sorprendente, en el cerro. Aunque difícil sea describirle (...) Así es, pues como el hombre de los tiempos prehistóricos ha formado su morada en el cerro de Copacabana y en el de Loja en la vecindad.Por el mismo sistema ha fortificado sus habitaciones rodeándolas de una muralla a veces alta, de más de veinte metros, aprovechando de la naturaleza del lugar (...)La horca de Inca era a la vez una portada y una fortaleza. [habla de otro sector llamado El tribunal del Inca. Se aclara que para dar mas fuerza a la descripción se ha tomado una vista del lugar]
Ayudas para la búsqueda
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Nota del Archivero
Descripción realizada por Elena Domínguez