Fecha
;15 de noviembre de 1903
Alcance y Contenido
Francisco García Cisneros;Cuando la estación de los bailes y los teatros llega, [...] comiénzase á discutir el asunto del pintor, el estado del cuadro; las modelos, reunidas alrededor de una mesa del Café Colombo, mientras husmean indagadoras, discuten la superioridad del artista y presienten triunfos ansiados. Uno va vá presentarla desnuda, y la carne toma cada día suavidades de rosa y leche como en las figuras de Bouguereau; otro trabaja febril en un estudio simbólico con grandes formas negras y grandes manchas de luz de oro; los cronistas jóvenes que usan parásitas blancas en el ojal y monocle en el ojo derecho, bordan frases olorosas á Bouton d´or, anunciando el próximo vernissage, con toda la pompa de un advenimiento social y una cercana solemnidad artística. Toda la alta sociedad defila indiferente frente á los cuadros, hastiada de haber venido, con la misma ceremonia que van al debut de la ópera ó á la vista, á lucir el nuevo traje y el sombrero nuevo, sonriendo á las frases tontas de algún diplomático desocupado, coqueteando con el apuesto oficial de ingenieros, en tanto los padres, severos y encerrados en largas levitas negras, ojean sin comprender, mas conservando el aire inteligente de padres de buen mundo. En algún rincón, tras alguna tapicería, el autor - joven y pálido - atisba, escudriña en cada cara la emoción que ha producido su cuadro; el corazón le late fuerte si alguien encorvándose examina, lentes calados, los detalles del cuadro y vienen las esperanzas y los proyectos á henchirle el alma; será algún rico conocedor, algún viejo dilletante que en seguida ofrecerá tres o cuatro contos por la tela, y después del fozo moral el soñado viaje á París y á Roma, las visitas al Louvre y á las galerías italianas, dos años de estudio con algún maestro y retornar más sólido en el dibujo y más soñador en la composición. Pero el viejo pasa y al encontrar á un otro lo saludo irreverentemente murmurándole: - Lo esperaba, señor Senador, para hablarle de mi concesión en Minas Geraes. El artista palidece y lleno de ira piensa: ¡Maldita política, enemiga eterna del Arte!¡Mas confía, artista! Contigo estamos los que sienten y los que sueñan; enérgico el busto y altiva la mirada, desprecia al filisteo henchido de oro y de vulgaridades, no desmayes, porque tu pincel crea y palpita y sobre tu cabeza de elegido, alguna vez la injusta Fortuna derramará sus dones. [Salón de Brasil][Premio es una pensión para vivir en Europa por dos años - destaca principales obras]Orgullo y admiración produce la Academia de Río de Janeiro; podemos considerar un gran avance en la Artes el trabajo de este año, probando la energía y el entusiasmo con que se trabaja en esta tan calumniada América Latina. Rio de Janeiro, Octubre de 1903.
Ayudas para la búsqueda
XI;11;261;326 -327
Nota del Archivero
Descripción realizada por Descripción realizada por María Isabel Baldasarre