Fecha
;16 de junio de 1894
Alcance y Contenido
Truck;Las nuevas vías del arte moderno son complicadísimas para los novicios y presentan un valladar insuperable las exigencias de la crítica contemporánea para los pocos iniciados en el arte sublime de Veronese y Velázquez. Desechadas las influencias románticas, descartados los convencionalismos académicos, ¡cuán difícil se presenta con sus escollos engañosos la sublime concepción del arte naturalista! Y ¡cuán fácil es caer en los extremos de la insulsez, buscando la inspiración en el prosáico aspecto de los actos más comunes de la vida moderna!El aficionado vacila entre los opuestos gustos de su fantasía soñadora que le hace entrever grandiosas concepciones en los asuntos legendarios, y la serena razón que le apercibe de las incorrecciones del dibujo y las exageraciones del color: y acude á los maestros, aprende, se inicia en los secretos de la paleta, pero desorientado entre la diversidad de escuelas y la variedad de los procedimientos, las penurias de la vida y el mercantilismo absorbente que alimenta su voracidad con los despojos de la mísera lucha por la vida, decae, desmaya su alma de artista y muere al pié de la gloria, sin alcanzarla ó se adocena en producciones de originalidad extravagante cayendo en el grupo numeroso de los llamados decadentes. Este combate sin tregua y estos afanes sin sosiego, sin brillo ni resplandor, constituyen la vida común de la mayor parte de los artistas europeos: salen algunos á la superficie, bordeando quizás los linderos de la gloria sobre los cadáveres del mayor número, desalentados ó desechados por la crítica y el gusto contemporáneo. ¡Cuánto mayor, cuánto más dura es la iniciación de los artistas americanos, sin escuela á que afiliarse, sin tradiciones artísticas, sin campo ni ayuda para las aspiraciones en medio de la sociedad cosmopolita agitada por los vaivenes de la transacción, los progresos comerciales y las agitaciones del cambio mercantil. Eduardo Sívori, nacido en BA en 1848, luchó como bueno en sus comienzos entre los deseos de su alma de aficionado y los obstáculos amontonados á sus tendencias de vocación artística, en las prosaícas tareas comerciales a que se dedicaba. Bajo la dirección del pintor Aguyari hizo sus primeros estudios en 1876, entrando en 1878 en la Academia de pintura que instaló la Sociedad Estímulo de Bellas de la que era uno de los fundadores, estudiando aquí con el pintor Romero. Sus primeros cuadros fueron expuestos en la "Exposición Internacional" de esta ciudad, siéndole admitido también en la Exposición internacional de París un paisaje que presentó y que fué premiado con una mención honorífica. Decidida la vocación de Sïvori, que hasta entonces trabajaba como aficionado, por estos pequeños triunfos, abandonando todos sus negocios, marchó a París, donde bajo la dirección de R. Collin, Courtois, Hanotrán, Jean Paul Laurens, sucesivamente, siguió estudiando con afán, presentado al Salón de 1885 un paisage pintado á la acuarela que fué admitido, honrosa distinción que estimuló al pintor argentino en sus tareas y estudios .Sívori expuso en 1886 su cuadro "Le Lever de la bonne" de que se ocuparon varias revistas del Salón de Críticas de conceptos ventajosos para nuestro biografiado que fueron reproducidas por el Diario de esta capital y más tarde expuesto "La mort du paysan" en 1887, "Sans famille" en 1888, y obteniendo distinción merecida en 1889 con sus dos trabajos "Dolce far niente" y "Les femmes medecins" presentados en el Salón, figurando en la Exposición Universal de dicho año "La petite rentiére". Trabajador infatigable sigue Sïvori la vía esplendorosa del arte, sin desalientos y en 1890 dos cuadros suyos "Après le bain" y "L´alonette des barrières" van señalando los progresos del artista y comprobando las lisongeras esperanzas de un porvenir brillante que la crítica le augura. Hoy nos consta que vuelve con nuevo empeño, después de un descanso obligado por las sensibles desgracias de familia a seguir la lucha emprendida, y es de esperara que su talento reconocido y el estudio de los buenos modelos han de completar en Sïvori las halagüeñas esperanzas acariciadas por los que aspiran á ver brillar el arte hispano-americano en el lugar que le corresponde en el progreso moderno.
Ayudas para la búsqueda
II;2;36;269 - 170
Nota del Archivero
María Isabel Baldasarre