"Expresión de Propósitos"

Componente, AR/UBA/FFYL/IHTA/CCBDAA1_1564
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Fecha
;Enero febrero de 1934
Alcance y Contenido
Atilio Chiappori Director;"Tras forzosa interrupción de cuatro años, reaparece el Boletín del Museo gracias a la espontánea generosidad de un cultísimo espíritu, invariablemente preocupado por el auge de nuestro instituto. Acabo de nombrar al doctor D.Francisco Llobet, ex-Director General de la repartición y tan experto coleccionista como erudito historiógrafo de arte. Sin su oportuna ayuda no habríamos podido editar, por el momento, estas páginas impostergables no obstante el acendrado estímulo de la superioridad inmediata trabada, económicamente, por congénito preupuesto exiguo. Correspóndele pues, a él, en este caso, la primera palabra de reconocimiento.Como se advertirá, el nuevo Boletín difiere sensiblemente del iniciado con tanclaras vistas por mi antecesor, doctor D. Cupertino del Campo, en 1928. Tanto por sus líneas directrices como por su amplitud informativa y hasta por formato comporta una expresión distinta que no es de índole polémica sino, por el contrario, complementaria. La experiencia sedimentada durante el ensayo aquel, nos facilita ahora el ajuste a su verdadera función. Así, fuera del concepto de fondo que expondré enseguida, diagramática y tipográficamente se ha desechado el sesgo 'ilustración, para ceñirlo al tipo 'gaceta' de las publicaciones norteamericanas congéneres. Es indudable que la plana espaciosa y el 'cuerpo de obra' permiten grabados mayores y dan al texto elegante realce; pero, dentro de pliegos limitados, tales galanuras, de imprenta reducen, correlativamente, la capacidad de material tanto literario como gráfico. Preferimos, pues, disminuir el tamaño de las estampas, trance de nitidez que salvan la cuadrícula más apretada y el papel más terso, y adoptar para la prosa, según sea monográfica o informativa, la composición que consienta su mayor densidad.Tal criterio allánanos la tarea de comunicar mensualmente en forma completa, concisa y clara, no sólo las actividades que nos son propias, sino también las constancias oficiales que la Dirección Nacional nos transmita y las iniciativas concordantes de las entidades privadas o del empeño personal que alientan o sostienen nuestro programa, sin excluir el Noticiario que quieran proporcionarnos, como lo hemos requerido, las asociaciones de artes y las salas de muestras plásticas que no sean puramente comerciales. Además, en cada número, incluiremos una breve reseña de las galerias particulares que impliquen realmente, un contributo estético. Nuestra obra, dije en la solemne inauguración del nuevo local 'debe ser la obra de todos los ciudadanos cultos, ilustrados y de sensibilidad desde los'Amigos del Museo' que tantas pruebas me han dado de su colaboración eficaz, hasta el visitante ocasional que apunta su exacta observación inesperada. (...)Resumiendo. La Dirección del Museo Nacional de Bellas Artes reanuda la publicación del Boletín conforme al plan implícito en las líneas que anteceden y puntualizado- en cuanto a las secciones permanentes- en el sumario de este primer número. Comprenderá, pues, dos partes: la informativa, que lo define, y la de comentarios actuales o retrospectivos- pero siempre en concomitancia con nuestro acervo o nuestro ambiente artísticos. Inútil añadir que se excluyen, irremisiblemente, tanto el pontificado como la insurrección. Ni cátedra, ni polémica. Solamente el noble afán discriminativo de Belleza, con su primordial valor: la libertad frente a las fórmulas anquilosadas y a las camaleónticas "recetas snobs", acaso más tiránicas que aquellas. Pasadismo o vanguardismo, vengan de donde vengan, pero que incluyan fvalores de calidad e intento digno. Y la dignidad, en materia de arte no puede regirse por otras normas que no sean las perdurables que enseñara al mundo, desde la serenidad de su sagrada colina, la "Diosa de los Ojos Claros": el desinterés, la medida y la armonía...Con estas palabras no hago sino subrayar parte de mis propósitos adelantados, en reportajes y artículos, a partir del 13 de febrero de 1931, en la prensa respetable del país, sobre el "museo viviente". La adopción del criterio moderno que substituye el antiguo caraácter de "templo de la Belleza" por el más lógico y provechoso de "instituto docente", y el acercamiento y colaboración del público en sus funciones. Concomitantemente encarnábanse tales tendencias en las personas llamadas a constituir los organismos directivos; así fue como, desde mediados de 1932, todos los esfuerzos, sin la menor discrepancia, convergieron hacia el mismo fin para darnos esta bella realidad, orgullo del país: el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires.De cómo se llevaron a la práctica, me ocuparé enseguida, breve pero puntualmente. Entre tanto, me doy el placer de hacer público, una vez más, mi agradecimiento a los señores miembros de la Sub-comisión de Mudanzas e Instalación que me acompañaron e ilustraron en la delicada tarea, así como tambien a mis activos, inteligentes e infatigabes colaboradores de cada momento, el secretario, Don Augusto da Rocha (h.) y el Restaurador D. Juan Oliva Navarro."Atilio ChiapporiDirector
Ayudas para la búsqueda
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