Historia administrativa / biográfica
Artículo necrológico
El doctor José Rezzano, cuyo fallecimiento acaba de producirse en la localidad de Ituzaingó, fue una de las figuras más descollantes del Magisterio argentino. Su nombre, aún ahora, estaba vinculado a todas las inquietudes de la escuela, a la que dio los mejores años de su vida y a la que siguió - aún después de jubilado - prestando la colaboración de su experiencia y consejo, desde los círculos docentes y las más antiguas entidades culturales y sociales que los agrupan.
Maestro, profesor normal y médico, supo de la labor del aula en el grado primario y de la formación de generaciones de maestros desde la cátedra de la Escuela Normal de Profesores - ''Mariano Acosta''. Sus méritos, lo hicieron recorrer todas las escalas de la docencia, hasta ocupar la inspección técnica general de escuelas de la Capital Federal, durante la. presidencia del doctor Hipólito Yrigoyen. Desde este cargo· implantó los programas más completos y valiosos que ha tenido la escuela argentina, después de haberlos· sometido a un período, de experimentación en las escuelas del Consejo Escolar I y del Instituto Bernasconi.
Paralelamente, colaboró en los trabajos de su esposa, la doctora Clotilde Guillén de Rezzano, en el conocimiento y divulgación de las nuevas ideas pedagógicas. La escuela activa y las ideas de Montessori, el R. P. Manjón y otros pedagogos del siglo, hallaron en ellos fervientes estudiosos y honestos expositores.
Su bondad, su espíritu de justicia, su saber, crearon a su alrededor, juntamente con la veneración de sus discípulos, una orIa de respeto que se exteriorizaba siempre que su figura se vislumbraba en la calle, en la escuela, en el tranvía ...
Las peñas que presidió durante largos años, supieron de su consejo y de la altura de sus juicios: consejo al que acudían sus ex-discípulos, fueran arzobispos y obispos o dirigentes de partidos avanzados. Es que, por sobre todo, Rezzano fue el maestro de verdad: bueno, sabio, justo, tolerante, siempre joven en las inquietudes que van al niño y a la formación del hombre.
Como miembro del Consejo Escolar V dio claras muestras de su comprensión de la Ley 1420, en su sentido popular. Y más integró su Comisión de Didáctica, su labor tuvo proyecciones que hicieron su nombre conocido y unánimemente respetado y querido en todas las escuelas de la República.
Su jubileo docente dio lugar,· en una oportunidad, a un acto de trascendencia nacional, que tuvo por escenario el salón de actos del Concejo Deliberante, al que asistieron, desde el Presidente de la República, hasta los niños pequeños, en su afán de acudir al maestro para rendirle el homenaje de la gratitud, del respeto y del cariño.
Se incorpora con la muerte el doctor José Rezzano a la inmortalidad.
Y en ella, desde la galería de los grandes maestros, ha de velar, indudablemente, por la Patria, por sus escuelas, por sus docentes, por los niños ...
Autor: Jerónimo H. Hernandez
Fuente: José Rezzano |
Monitor de la Educación común ()